Brian Jiménez tiene 16 años y es un talentoso mediocampista creativo nacido en el barrio La Costanera. Su corta carrera como futbolista en formación comenzó en Argentinos del Norte. A los 9 años tuvo la oportunidad de probarse en la sede que Barcelona de España tenía en Buenos Aires. Pero la adaptación le costó mucho y tuvo que regresar a Tucumán, para incorporarse al CEF 18. Allí inició su proceso formativo, que le permitió potenciar sus capacidades. Y esto lo llevó a probarse en Racing Club de Avellaneda, donde fue admitido en 2013. Aunque permaneció sólo un semestre, Jiménez pudo comparar las diferencias que separan al fútbol local con el de Buenos Aires. “En Tucumán los equipos tienen muchos más chicos en los entrenamientos. Los profesores se las arreglan y hacen un gran esfuerzo para trabajar. En Buenos Aires esto no pasa. Tienen más recursos. Los equipos cuentan con menos jugadores en los entrenamientos, y los profesores trabajan más cómodos”, recordó.
La intensidad del trabajo físico y un fútbol dinámico, con muchos pases, fueron otras diferencias que detectó el volante tucumano. “En Racing hay un gimnasio propio y el trabajo físico es muy intenso. Al principio me costó acostumbrarme. Terminaba último los ejercicios. Pero con el paso de los meses me puse al nivel de mis compañeros. En cuanto al fútbol, se juega muy rápido. Todos tocan de primera y corren a buscar un pase. En Tucumán no estamos acostumbrados a este ritmo”, subrayó.